Vicente Maroto

Vicente Maroto prejubilado y viudo. Esposo durante más de cuarenta años de Gregoria «Goya» Gutiérrez, pero tras un fatídico accidente doméstico por parte de ésta, su mujer falleció haciendo lo que más quería: las croquetas. Tras fallecer su mujer, alquiló el piso a Araceli y su pareja y se mudó al ático con su hijo y su nuera. Volvió allí cuando Lola descubrió que Javi le era infiel. A pesar de vivir fuera de casa, se pasa la mayor parte del día tumbado en el sofá o en el bar con sus amigos. En varias ocasiones se ha intentado suicidar, revelando que algunos intentos fueron fallidos y otros evitados por Goya. Por otro lado, se define como un hombre que no tiene ninguna meta más que pasar la vida hasta el último día.